EL GUARDAESPALDAS

Campestrini sabe que volverá al banco luego de la revancha de esta noche: quiere dejarle la posta a Cuenca con una buena imagen y el arco en cero.


"Yo voy a dar siempre lo mejor, aunque soy consciente de que Mario está delante mío", se sincera Cristian Campestrini. El arquero sabe que Cuenca se recupera de su desgarro y que el partido de esta noche ante Motagua puede ser el último de esta seguidilla que lo puso al frente del arco de Arsenal desde el 13 de agosto, en la primera final de la Recopa ante Boca. Sin embargo, el ex Almirante Brown mostró un muy buen nivel, como para demostrarle a Daniel Garnero que cuando lo necesite, puede contar con él. Igualmente, no realiza declaraciones explosivas para pedir un lugar en el equipo. "Yo voy a dejar todo cada vez que me toque jugar porque mi único objetivo es sumar para el equipo", sostiene.

Con la misma humildad con la que habla frente a los medios, analiza la revancha de esta noche y considera un error considerar que la serie está liquidada, basándose en el 4-0 de la ida. "Esto es fútbol y nunca hay que confiarse. Nosotros mismos ya lo demostramos en la Bombonera. No hay que dar por muerto a ningún equipo", dice en alusión a la final de la Recopa, en la que Arsenal estuvo muy cerca de remontar tres goles en la cancha de Boca. Y asegura que frente a los hondureños "será un duelo duro, pero nos tenemos fe".

Campestrini llegó al club por la fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho de Catriel Orcellet y, una semana después, ya se calzaba los guantes por la lesión de Cuenca. Pero lejos de competir de manera desleal, aplaude que su colega pueda regresar a partir del próximo compromiso. "Bienvenida sea la vuelta de Mario, porque es un referente y su presencia en el equipo es muy importante", admite.

A fuerza de atajadas, Campe viene demostrando que Cuenca tiene quien le cubra la espalda

Nota: Diario Ole 4/09/2008